En la red Codeff, el informativo que me envían aparace el director de Codeff de Aisén
Peter Hartmann, quién con sencillos y de bajo costo podemos intervenir en el uso eficiente de la energía, en estos días en que en mi casa estamos con ampliación, cambios en la estructura que sentido me dan las palabras de Peter, sobre todo cuando menciona la perdida de calor por las "fugas" que en nuestro caso se están volviendo cosa seria.
Peter Hartmann, quién con sencillos y de bajo costo podemos intervenir en el uso eficiente de la energía, en estos días en que en mi casa estamos con ampliación, cambios en la estructura que sentido me dan las palabras de Peter, sobre todo cuando menciona la perdida de calor por las "fugas" que en nuestro caso se están volviendo cosa seria.
A continuación transcribo el texto
Probablemente poca gente logra entender más allá de algunas
vaguedades sobre este importante “tema país”. Entre esas
impresiones seguramente estarán el que este es un tema técnico
muy complejo y que implica consumir, por ejemplo, ampolletas de
bajo consumo.
Seguramente pocos lleguen a entender que la eficiencia energética también puede partir
en medidas simples, de autoayuda y de bajo costo. Y también en que es básico evitar las
ineficiencias iniciales, es decir aquellas que se podrían evitar en la planificación y el diseño de
tecnologías, urbanismo y edificaciones, por ejemplo. Por supuesto, además, se puede ser
más eficiente reciclando, reutilizando y consumiendo responsablemente, evitando
desechables y productos de alto gasto energético (por ejemplo envases de aluminio).
En lo que refiere a las edificaciones y nuestras viviendas, podemos aplicar medidas de
arquitectura solar pasiva. En nuestro clima frío esto implica, por ejemplo, orientarnos
(ventanas y cuerpo del edificio) hacia el sol, evitar conos de sombra y cerrarnos hacia el sur.
También sirve el color oscuro en fachadas y techo para captar o absorber energía del sol,
colocar árboles siempre verdes en el costado sur (en el bosque la temperatura es más
moderada) y es básico evitar que el viento se “robe” el calor de nuestra edificación.
Y a propósito de perder calor, no sacamos nada con cumplir con las medidas ya sugeridas y
de calefaccionar con la mejor tecnología, si ese calor se nos escapa por falta de aislación.
Aislarse de la humedad, del viento y del frío es fundamental. Las mayores fugas se producen
por el cielo, vidrios, ranuras y paredes (sur). Hay aislantes gratis o de bajo costo a nuestra
disposición, como varias capas de cartón, capas de papel o papel arrugado, tetrapack,
aserrín, paja, lana y adobe. Si le teme al fuego, puede mezclar material combustible con
adobe o darle un baño de yeso. También es recomendable el uso de al menos cortinas o
persianas en las ventanas (además del doble vidrio que requiere más gasto).
Si aplica estas simples medidas, ya verá como bajará su consumo de energía y mejorará su
calidad de vida, aparte de contribuir en evitar el calentamiento global. Y si reutiliza o recicla
material, evita en convertir además nuestro planeta en basural derrochando recursos. Capaz
que así también se percate que buena parte de la “crisis energética” es puro interés creado,
para no decir un buen negocio para algunos.
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