jueves, noviembre 10, 2005

Política ambiental de las empresas

Estiamdos , desde hoy y como compromiso de informar a todos, enviaré las políticas ambientales que nuestras empresas forestales mantienen como eje de su desarrollo sustentable, comenzaré con la política de Medio Ambiente que las empresas CMPC tiene en su gestión, visión y misión. En los ámbitos que se desenvuelve, forestal, celulosa, aserraderos etc. En esta oportunidad lo relacionado con Celulosa.
Atte
freddy Castillo
CMPC y el Medio Ambiente
CMPC CELULOSA1. Descripción General Esta área de negocios de la empresa ha estado presente en el mercado mundial desde 1959, siendo la empresa chilena pionera en las exportaciones de celulosa, la principal materia prima empleada en la fabricación de papeles y cartones. Opera tres plantas de celulosa en Chile, con una capacidad total de producción anual de 800 mil toneladas métricas de celulosa kraft de fibra larga y 360 mil toneladas métricas de celulosa kraft de fibra corta.

Descontando la celulosa consumida en otras filiales de CMPC, dispone de una capacidad de celulosa de mercado de 650 mil toneladas métricas al año de fibra larga y de 270 mil toneladas métricas de fibra corta anuales. De este total, la mayor parte es celulosa blanqueada y sólo una mínima parte se comercializa sin blanquear. Las modernas plantas de celulosa son parte del sistema ecológicamente balanceado que conforman el papel y los productos forestales. La meta es que las emisiones de estas plantas sean eliminadas, tratadas o desechadas de manera que cumplan con las normativas ambientales y puedan ser absorbidos de manera sustentable en el ciclo ecológico natural. 2. Aspectos Ambientales Significativos del Proceso Para entender mejor el impacto ambiental de las Plantas de celulosa en el medioambiente, es necesario recorrer en terminos generales su proceso productivo. El objetivo de este proceso es liberar de la forma más delicada posible las fibras de celulosas contenidas en la madera, las cuales están adheridas entre si por una substancia denominada lignina. Las etapas del proceso son: 2a. Preparación madera En esta fase, los rollizos son descortezados y convertidos en astillas o chips. La corteza es llevada a través de una cinta transportadora para ser usada como combustible en una caldera, denominada caldera de biomasa. Luego, los chips que son acopiados para su homogenización en grandes pilas, pasan a continuación por un proceso de clasificación por tamaño. Los chips aceptados continúan a la fase siguiente, los de gran tamaño son devueltos para ser re-astillados y los finos convergen junto con la corteza a la caldera de biomasa. 2b. Producción de la pasta de celulosa En esta fase, los chips de madera son tratados en los digestores con una sustancia a base de soda caústica denominada licor blanco. Su función es disolver la lignina y liberar las fibras de celulosa. La lignina compone aproximadamente el 50% del peso seco de la madera. Al final de la cocción, además de la pasta de celulosa, se genera un residuo denominado licor negro, que está compuesto por el licor blanco mezclado con la lignina y otras sustancias de la madera. Este licor negro se usa como combustible en la caldera recuperadora, la que genera vapor y permite recuperar los productos químicos para regenerar el licor blanco que se usa en la cocción de los chips. Sólo un porcentaje muy minoritario de los residuos sólidos del digestor no son recuperados.
La pasta de celulosa que sale del digestor es clasificada y lavada. Los rechazos de la clasificación, usualmente nudos de la madera y haces de fibra, son reciclados al digestor. La pasta aceptada constituye lo que se denomina celulosa cruda o celulosa sin blanquear, líquida. Esta pasta de celulosa tiene aún un contenido importante de lignina, que le da una tonalidad color café, similar al color natural de la madera.
2c. Producción de celulosa blanqueada Dado que la celulosa es el principal insumo en la producción de papeles blancos, es necesario tratar la pulpa de celulosa para extraer el remanente de lignina, resinas, iones metálicos y otras sustancias que podrían afectar el proceso de producción del papel. Diferentes productos químicos, como el dióxido de cloro, oxígeno y peróxido de hidrógeno (agua oxigenada concentrada) son agregados a la pasta de celulosa para blanquearla. De esta manera, los consumidores de celulosa reciben un producto que les permite producir papeles con los atributos requeridos de blancura y brillo, los cuales además no decaen significativamente con el paso del tiempo. El agua que se utiliza en el blanqueo es purificada en plantas de tratamiento antes de ser vertida en el cuerpo receptor. Una vez blanqueada, es necesario extraer el agua de la pasta de celulosa, con el propósito de facilitar su transporte y preservar algunas de sus características, como la blancura. Después del proceso de secado, la celulosa toma la forma final en que es vendida, es decir, hojas rectangulares de tamaño estándar, que se empaquetan en fardos de 250 kilos, los que a su vez, se agrupan para formar la unidad de venta, que está compuesta por 8 fardos. 2d. Sistemas de Recuperación de Productos Químicos Este importante proceso permite la recuperación de productos químicos valiosos, evitando que sean emitidos al ambiente y que sea necesario reponerlos para sostener la producción. Al licor negro proveniente del digestor, se le extrae el agua mediante evaporadores de múltiples efectos. Además, se retiran de la mezcla algunos componentes sulfurados denominados TRS. También se extrae el "tall oil" y la trementina, los cuales después son condensados, tratados y recuperados para su comercialización posterior o para otros usos en la misma planta. Una vez que ha sido concentrado y depurado, el licor negro entra a la caldera recuperadora con una consistencia entre un 65 y 75%, donde se quema la parte orgánica (lignina y otros compuestos de la madera) liberando su energía en el proceso de combustión, produciendo así el vapor usado tanto para la generación de energía eléctrica como para su uso en diferentes procesos dentro de la planta. La parte inorgánica y las sales minerales (cenizas), se recuperan después del proceso de combustión. Los principales compuestos químicos de las cenizas son el sulfuro de sodio (Na2S) y el carbonato de sodio (Na2 CO3).
Estas cenizas son disueltas en agua y se forma el denominado licor verde. Este licor es sometido así al proceso de caustificación, el cual en esencia, consiste en adicionarle cal viva (CaO) y por medio de varias reacciones químicas, se producen dos compuestos químicos: licor blanco que es almacenado en estanques para ser reutilizado en la cocción y cal apagada o caliza (Ca CO3) en forma de lodos, a los cuales se les extrae la humedad y son quemados en hornos especiales para producir la cal viva requerida en el proceso de caustificación.
2e. Sistemas de Generación de Energía Las modernas plantas de celulosa no sólo se autoabastecen, sino que generan un excedente de energía. Se trata de una industria impulsada por la energía solar, la cual puede ayudar a reducir el uso de fuentes de energía no renovables como petróleo, carbón y gas. Lo anterior, por cuanto la energía que se produce en estas plantas proviene de aquellas partes de la madera que no se transforman en celulosa, principalmente la lignina y la corteza. El bosque extrae su energía del sol. A través del proceso de la fotosíntesis, la energía solar, junto con el dióxido de carbono y el agua, son transformados en el combustible para el crecimiento de los árboles. Este proceso hace del bosque una fuente renovable de materias primas, cuyos principales productos son las fibras de la madera y la energía. Las fibras de la madera, transformadas en celulosa, son utilizadas para la fabricación del papel y los productos de papel. Si el papel es recuperado después de su uso y reciclado, las mismas fibras pueden ser utilizadas muchas veces. Si el papel de desecho es quemado, la energía liberada puede ser bien utilizada. El papel es un combustible biológico que puede reducir el consumo de combustibles fósiles como el petróleo o el carbón. Ya sea que el papel de desecho sea quemado o depositado en un vertedero para su descomposición, emitirá dióxido de carbono hacia la atmósfera. El bosque, sin embargo, recaptura este dióxido de carbono para utilizarlo en el proceso de fotosíntesis para la formación de más madera. Así se cierra el círculo y un nuevo ciclo comienza. 3. Operaciones Industriales de CMPC Celulosa y el Medioambiente La Compañía atiende una selecta cartera de clientes en Europa, Asia, América y Oceanía, los que utilizan la celulosa como materia prima para la fabricación de una amplia variedad de papeles y productos de papel. En la siguiente etapa de la cadena de valor, sus clientes deben atender a un vasto número de consumidores que exhiben una creciente sensibilidad al desempeño ambiental de los productores de los bienes que ellos adquieren. Ello impulsa a CMPC Celulosa a estar permanentemente actualizada sobre los avances tecnológicos en materia de protección ambiental. Esta industria es altamente intensiva en capital y posee un elevado grado de automatización, cuyas principales maquinarias y equipos son diseñados para una larga vida útil. Todas las plantas de CMPC Celulosa son sometidas periódicamente a intervenciones técnicas intensivas, con el propósito de mejorar su competitividad y su desempeño ambiental. UN NUEVO CONSUMIDOR AMBIENTALMENTE RESPONSABLE Ha comenzado a surgir en todo el mundo y con más fuerza en los países más desarrollados, un nuevo consumidor, preocupado de seleccionar y preferir productos que no dañen el medioambiente. Este nuevo consumidor utiliza además un enfoque global, exigiendo garantías de desempeño ambiental para el producto desde que nace hasta que se desecha. En el caso específico del papel, desde el manejo sustentable del bosque hasta la forma cómo se dispone del papel de desecho. Este enfoque global se conoce como evaluación a lo largo del ciclo de vida del producto.
Con el propósito de informar correctamente al consumidor acerca de este nuevo atributo incorporado a los productos, se han desarrollado una serie de sellos ambientales que los productores de bienes de consumo incluyen en las etiquetas y embalajes de sus productos. Estos certifican que a lo largo de su ciclo de vida, estos productos no dañan el medioambiente. Para acceder a estos sellos ambientales, los productores deben someter a un proceso de auditoría externa, no sólo su propio proceso productivo, sino que además extienden dicha auditoría ambiental a los proveedores de sus insumos, independiente del país donde se localicen sus instalaciones productivas.

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