jueves, noviembre 20, 2008

Igualdad de oportunidades sigue siendo traba para el desarrollo económico del país

En Terra aparece esta lamentable noticia, mas aún con la actual negociación de los empleados públicos, entre ellos yó. Estoy 120% de acuerdo con el reajuste escalonado, recuerdo a mi viejo empleado de salud por 44 años, decir siempre que le parecía injusto que un funcionario de esa época recibiera 40 mil al tener un sueldo de 400 mil, y él 8 mil pesos, al tener un bajo sueldo, que mejoraba cuando trabajaba 24 horas continuadas, para superar su baja remuneración.
Estoy de acuerdo con que los altos cargos públicos este y el otro año debieran estar congelados sus reajustes, que los que tengan ingresos bajo el millón tengan un reajuste de 10%.
PERO LOS QUE GANAMOS MENOS DE UN MILLON DEBEMOS TENER UN 14,5% DE REAJUSTE.
ATTE
SANTIAGO, noviembre 20.- Pese a que nuestra macroeconomía es una de las más estables de Latinoamérica, aún estamos muy lejos de asumir liderazgo a nivel regional en materia de igualdad de oportunidades y expansión de los beneficios del sistema macroeconómico. Así lo indica The Global Gender Gap Report, el último ranking elaborado por el Foro Económico Mundial (FMI), en el que este año nuestro país escaló 21 puestos, ocupando el lugar 65 dentro de un universo de 130 países en estudio. Este informe compara los niveles de equidad de género de cada país en estudio, lo cual permite sacar conclusiones más profundas respecto a la participación económica y política de los diversos actores de la sociedad. RESULTADOS CONCRETOS En general, Chile mejoró en igualdad entre hombres y mujeres, pero sigue lejos de otros países del vecindario como Argentina (24), Cuba (25) o Colombia (50). Y para llegar a sus conclusiones, el FMI consideró cuatro variables: Participación y Oportunidad Económica, Nivel Educativo, Poder Político y Salud y Supervivencia. Nuestro país subió con fuerza del puesto 58 al 26 en el ítem Fortalecimiento Político. Sin embargo, este logro podría verse opacado por el terreno que hemos perdido en la categoría Participación Económica y Oportunidades (lugar 106). Un examen previo del FMI, publicado en el mes octubre, midió la competitividad de 134 países y Chile ocupó el lugar 28. Entre las mejores evaluaciones estuvo la eficiencia del libre mercado y la gestión macroeconómica, materias en las que nuestro país ha permanecido entre los primeros 20 escaños por años. La deficiencia del país en el ítem de participación y oportunidades se explica de raíz por dos factores interrelacionados: educación y trabajo. Para aterrizar los resultados del ranking, Terra.cl ha consultado la opinión de dos doctoras en economía laboral de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Alberto Hurtado.
INEQUIDAD EDUCATIVA La Ph. D. en Economía Marcela Perticara dice que nuestro país, "luego de Brasil, es uno de los países con peor distribución del ingreso de América Latina". Y así lo demuestran los indicadores de inequidad, que se han mantenido estancados por más de 20 años. En esto podría incidir el Nivel Educativo. La doctora insta a considerar que "el acceso a educación (básica y media) fue un fenómeno tardío en el país, con respecto a otros países de la región como Argentina, Uruguay e inclusive el mismo Brasil". "Ni que decir el acceso a educación superior, que recién comenzó a mejorar a partir de la reforma del sistema de educación superior y la aparición de universidades privadas, institutos profesionales y centros de formación técnica", agrega. "En general las políticas públicas son las que tienen el espacio para igualar las oportunidades, nivelar el campo de juego", acota por su parte la Ph. D. en Economía Claudia Sanhueza y añade que "el tema de la educación es una política pública que no permite igualdad de oportunidades como está planteado hoy". Esta inequidad ha "diagramado un grado de estratificación social muy pronunciado. Hay un mundo de diferencias entre el decíl más rico y el resto de los deciles en lo que respecta a acceso a educación (ahora diferenciada por calidad) y acceso a servicios y bienes", plantea Perticara. La economista no cree "que en otros países de América Latina sea tan importante a qué colegio fue cada uno. Hay trabajos que muestran que el apellido puede pesar tanto como los años de escolaridad". Incluso no importa titularse con honores mientras sea en una institución de poco calibre. Pero el punto más rescatable de este fenómeno es lo que ocurre con la clase media, el estrato más impactado con la brecha de recursos y oportunidades. "Lo que muestran algunos estudios es que existe muy poca movilidad entre estos grupos medios y los deciles más ricos", concluye la doctora. Y "cuando tenemos índices de movilidad social que son bastante bajos respecto a países más desarrollados, aunque hemos mejorado en el tiempo respecto a nosotros mismos, entonces quedamos abajo en el ranking", concluye Sanhueza.
DESEQUILIBRIOS DE GÉNEROOtro factor de alto impacto es los desequilibrios de género en el acceso al mercado laboral. Según Sanhueza se trata de un problema en la igualdad de oportunidades. De acuerdo con las definiciones filosóficas, la experta plantea que están las circunstancias donde uno nace -que no son controlables-, las oportunidades que nos brinda la vida y los resultados que obtenemos al aprovechar dichas instancias. De este modo, "cuando los resultados no dependen de donde tú naciste, entonces tenemos una sociedad que iguala oportunidades, porque independiente de tu situaciones exógenas, tú tienes las suficientes oportunidades en la sociedad para obtener buenos resultados", aporta Sanhueza. Y si una circunstancia es el género y un resultado es el salario en el mercado laboral, entonces en Chile no hay igualdad de oportunidades porque ""ser mujer por sí mismo determina la participación en el mercado laboral", independiente del capital humano que haya acumulado, por ejemplo, en su formación. Sanhueza plantea que aún Chile "es uno de los países con menor participación de la mujer en el mercado laboral, sin embargo esto ha ido cambiando y cada vez está mejor en este ranking. Las mujeres jóvenes son las que más participan y otro tema es el cambio en la estructura familiar, hay cada vez más mujeres jefas de hogar". "Pero una cosa es participar y otra es que tenga un trato igualitario, en ese sentido falta avanzar", opina la economista y añade que si bien las tendencias evolutivas del libre mercado han sido auspiciosas, se requieren políticas temporales. Paridad de género o políticas de cuotas, por ejemplo. "En muchos países desarrollados se promueven políticas temporales que obligan a las mujeres a participar un poco más y eso tiene efectos externos. Empieza a cambiar un poco la cultura y después se sacan esas políticas", concluye Sanhueza.Según el FMI, el noreste de Europa lidera en términos generales el ranking. Noruega encabeza el Top 130, seguido por Finlandia en el segundo puesto y Suecia en el tercero. Eso sitúa a las naciones nórdicas como la que presentan menores desigualdades en la participación política y de mercado. En el caso de Noruega, el informe concluye que el factor determinante ha sido la existencia de una legislación que exige al menos un 40% de participación femenina en el directorio de las empresas. Esa sería una política temporal de cuotas.

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